Paráclito (15/7/2018).
No es lo mismo ser "parásito" que ser paráclito.
En un mundo donde la palabra concreta no es usada y se usan muletillas o disparates, se hace aconsejable siempre usar un correcto lenguaje, máxime si un estudio del Dr. Fernando Mönckeberg Barros indica que en Chile el promedio de las personas con escolaridad completa no sale de 500 palabras en una conversación trivial.
El paráclito en términos etimológicos significa defensor o que intercede para ayudar, en sentido estricto proviene del catolicismo y significa Espíritu Santo o consolador.
La gente en general no conoce este concepto y menos lo va a considerar como una forma de vivir, quizás sí hable en términos más sexuales de la palabra consolador, pero no nos percatamos de su significado más lógico de dar apoyo.
Se supone que un dirigente da apoyo a un vecino, una autoridad a su votante. Muchos dirigentes lo hacen o las personas en general dan ayuda o interceden por otra, pero lo que acá se considera es que el paráclito lo hace para abogar por una causa noble y justa objetiva, por un bien superior. No es el famoso pituto de acomodar a otro, más bien es el desinteresado esfuerzo del alma para encontrar su verdadero camino, la felicidad y amor pleno.
Reparar una calle que se va a estropear luego, una luminaria que va a volver a fallar es parte del bienestar, pero si un vándalo la va a destrozar o el vecino no la cuida es lo que denota cuándo el paráclito está presente.
No hay que ser muy inteligente para darse cuenta que la vida significa a la vez muerte y que mientras se viva se quiere vivir bien, en todos los sentidos y el buen espíritu indica que nadie debe hacerle mal un semejante y que por ello el ser humano a copiado las leyes o dogmas del bien común. Esas miorías que quemas camiones en La Araucania, que grafitean los vagones del metro, que abandonan a su hijos o que destruyen un matrimonio o la vida son más bien parásitos y creen ni respetan a sus semejantes.
En un mundo donde la palabra concreta no es usada y se usan muletillas o disparates, se hace aconsejable siempre usar un correcto lenguaje, máxime si un estudio del Dr. Fernando Mönckeberg Barros indica que en Chile el promedio de las personas con escolaridad completa no sale de 500 palabras en una conversación trivial.
El paráclito en términos etimológicos significa defensor o que intercede para ayudar, en sentido estricto proviene del catolicismo y significa Espíritu Santo o consolador.
La gente en general no conoce este concepto y menos lo va a considerar como una forma de vivir, quizás sí hable en términos más sexuales de la palabra consolador, pero no nos percatamos de su significado más lógico de dar apoyo.
Se supone que un dirigente da apoyo a un vecino, una autoridad a su votante. Muchos dirigentes lo hacen o las personas en general dan ayuda o interceden por otra, pero lo que acá se considera es que el paráclito lo hace para abogar por una causa noble y justa objetiva, por un bien superior. No es el famoso pituto de acomodar a otro, más bien es el desinteresado esfuerzo del alma para encontrar su verdadero camino, la felicidad y amor pleno.
Reparar una calle que se va a estropear luego, una luminaria que va a volver a fallar es parte del bienestar, pero si un vándalo la va a destrozar o el vecino no la cuida es lo que denota cuándo el paráclito está presente.
No hay que ser muy inteligente para darse cuenta que la vida significa a la vez muerte y que mientras se viva se quiere vivir bien, en todos los sentidos y el buen espíritu indica que nadie debe hacerle mal un semejante y que por ello el ser humano a copiado las leyes o dogmas del bien común. Esas miorías que quemas camiones en La Araucania, que grafitean los vagones del metro, que abandonan a su hijos o que destruyen un matrimonio o la vida son más bien parásitos y creen ni respetan a sus semejantes.
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