El otro día un instalador de tv satelital durante su trabajo observó a un colibrí o picaflor e inmediatamente sacó su celular y lo fotografió, indicó que nunca había visto uno. Contaba una señora del barrio Los Pimientos que, en su juventud Antofagasta estaba lleno de vegetación y abundaban los colibrís y saltamontes, hoy raramente se observan y cada vez hay más desforestación y precisamente el propio ser humano quien contribuye a sacar los árboles y maltratar los ecosistemas para plantar cemento, le molestan los animales y se cree el dueño de todo y crían a su prole así, pero a pesar de todo mariposas blancas, picaflores y gorriones siguen habitando el planeta para nuestra alegría y asombro y especialmente para preveniros de que aun estamos a tiempo antes de que nos pase una calamidad.
Acá hay un responsabilidad, hay un malo de la película. ¿Quién es?. ¿El minero que labora para alimentarse o el dueño de la mina?; ¿el padre que cría a sus hijos sin Dios ni ley o el ser humano que de vez en cuando se apiada de la naturaleza pero que siempre vive destruyéndola?, ¿Son los agnósticos o los creyentes?.
El 14 de Julio de 2015 llegó a Plutón la sonda espacial New Horizons, un intento del ser humano conquistar otros mundos y habitarlos dado que nuestro planeta algún día colapsara. Haciendo un parangón se puede decir que es similar a ganarse el paraíso (lo que todas las religiones del mundo plantean después de la muerte: una recompensa a quien actúa bien en la vida). Esta sonda y su periplo tienen como objetivo la observación de otros planetas habitables que garanticen la vida y en el fondo, una sociedad humana viable, implícitamente para ello los recursos y los elegidos serán escasos en un principio. Resulta entonces lógico preguntarse ¿Quiénes irán?. Serán los de la izquierda, los de la derecha, los ricos, los negros ¿Qué criterios usará el propio ser humano para aquello? y los que queden abajo serán los malos de la película pues no irán.
No ocurrió lo mismo en el descubrimiento de América en 1492 que trajo por estos lares, según coinciden historiadores, a personas con carencias o problemas con la justicia dado que nadie entendía la teoría de Colón y también nadie quería salir a morir al mar a una Tierra plana (la iglesía Católica y la ciencia de aquel entonces estaban equivocadas). Quizás nuestros genes americanos llevan el sino de nuestros antepasados malhechores y por eso tanta trifulca por estos lados."Quizás ¿cómo será la cosa?", pero que habrá personas que querrán comprar su sitial en el nuevo mundo, en el nuevo planeta o el mismo cielo, no serán pocos; sin embargo tratándose de esa nave espacial habrá que llevar a expertos en variadas materias, personas tranquilas que no vayan a hacer protestas y que tengan valores de preservar la vida.
Desde hace un tiempo, la izquierda a nivel mundial ha reivindicado los derechos humanos pero desde un punto de vista subjetivo, o sea, no aquellos que luego de la segunda guerra mundial quedaron sentados "bien común", sino que les importa que todo interés subjetivo que me haga bien es válido, ya no es la sociedad el centro del legislador, sino para ellos, es el sujeto. En este sentido, hay que ser respetuoso de los derechos individuales, o sea, si quiero tener un tratamiento efectivo y lo único para aliviar el dolor de mi espalda, es fumar marihuana, entonces la uso (aparento prohibir el cigarro para que la canabis quede liberada). Si la noche anterior me fui de juerga y quedé embarazada y no me di cuenta por la borrachera y no pedí la píldora del día después, ya que aparentemente me violaron: aborto. Resulta que la sociedad está llena de "expertos" o eruditos en todo y menosprecian a los que piensan distinto; lamentablemente esto es un degeneración de lo que se consiguió por las naciones pacíficas contra el opresor de la segunda guerra mundial (inspirada en criterios de poder y supremacía de una raza por sobre las demás) que fue instaurar bases perpetuas para que no primara la violencia y el descriterio.
¿Hasta dónde llegará la humanidad si seguimos así?.....
Las normas cientifico-naturales son claras, el ser humano a través de la historia solo las va descubriendo e interpretando con el don más grande que tiene: LA INTELIGENCIA. ¿Se imagina que el ser humano pudiera vender el aire como lo hace con el agua y la luz eléctrica?.En la actualidad se hacen novelas con vidas de mafiosos, se le hacen homenajes y monumentos a jóvenes que incitan a la violencia y al libertinaje, se le cambian los nombres a las calles por los de futbolistas que no han llevado una vida ejemplar. ¿Qué pasa con el ciudadano respetuoso, fiel y responsable?.
Algo parecido existe con el tema de la educación y la salud, derechos inalienables y básicos: ¿se imagina un mundo donde no tenga que pagar nada cuando lo operen o que la universidad le salga gratis?. Pero ¿cómo llegué a enfermarme y a estudiar?. Si no me cuidé, me enojaba por todo, bebía, fumaba ¿cómo no me iba a dar un infarto?; si de chico he sido flojo para estudiar, más porrón que un burro (con lo inteligente que es este animalito) ahora quiero ser médico. ¿Por qué el Estado debe hacerse responsable de la familia y la educación?. Nuevamente el dinero compra en parte la salud y la educación, pero también aquellos que no tienen caen en esto mismo, entonces hay que reconocer lo malo de uno primero para poder saber qué nos está pasando y no echarle la culpa siempre a la escuela, a la iglesia, a los problemas del mundo: uno mismo es nuestro principal enemigo (salvo que esté disminuido mental y físicamente y no tenga más opciones). No se puede hacer de un burro un caballo de carrera (en esto el burro está consciente). Todas estas protestas con los resultados de robos y daños a la propiedad a raíz por la mejoría de la educación parecen contraproducentes y no debieran hacerse más, pero, lamentablemente los últimos gobiernos en el país han fomentado la violencia y la mentira a tal punto que se ha instalado un ejecutivo sin Dios o agnóstico que a los demás les trata de vender la pomá.
Acá está claro quienes son los malos de la película: es el vecino que echa al perro a defecar y no limpia, es el médico que no tiene vocación y opera por dinero, es la madre infiel preocupada de su amante y no de su familia, es el políticastro que se llena los bolsillos y engaña al pueblo; es el promiscuo que no le importa el amor: en definitiva es el que no entiende y no cree que hay una entidad superior que gobierna el universo y por lo tanto el ateo es el malo de la película pues cree solo en él y no tiene a Dios y solo su propia ley, por eso no respeta las ideas ajenas, el matrimonio, a los sexos, a la verdad.....
Por eso, en esa nave espacial del futuro tendrá que haber una cabeza clara que sea el jefe o jefa que lleve a buen puerto la misión, una persona seria, profesional y docta. Deberá velar por el bien común y no anteponer sus derechos individuales pues la supervivencia de todos es lo que se espera y todos se fían de él para conseguir la misma meta: llegar a vivir a otro planeta, deberá ser una persona de fe no un bohemio, promiscuo y agnóstico que supuestamente valore al prójimo.
Ya nosotros estamos viajando por el espacio en nuestro Planeta Tierra, quizás nos topemos con un agujero negro, un quazar, un asteroide, pero igual debemos cuidarlo no contaminándolo. Al empresario le gusta ganar mucho dinero para poder darse lujos, lo mismo que a la clase media. Se embadurna de supuestos valores o pregonan que cuidan esto o aquello, siendo que contaminan a diario. No es alagüeño así nuestro futuro, por eso que la fe y aunque la sociedad nos diga fuma marihuana, haste un aborto, tu importas más que nadie y puedes hacer lo que quieras, no hay que seguir esta regla, sino las que son objetivamente racionales como el decálogo. Algo tan simple como no estacionarse en un lugar para minusválidos en Chile no se respeta, cómo esta persona inconsciente después va a aparecer queriendo imponer sus ideas si no tiene ética, moral e inteligencia para darse cuenta que daña a otro humano con problemas.
Una sociedad zombie como la que vivimos, llena de selfies y mentiras de grandezas en Facebook, arrendatarios morosos, padres lascivos, jóvenes irrespetuosos, con tanta promiscuidad y falacias no va a llegar a ningún lado, como le pasó al imperio romano en su época y Dios se encargará de preservar a quienes puedan cambiar y mejorar al mundo para que no siga el mal gobernando tan impunemente como hogaño sucede y así al final Dios sabrá salvarnos, igual como ocurrió en la mina San José.
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