Colaborar con
su barrio
Estimados socios y vecinos,
ya comenzó un nuevo año y la junta vecinal no está ajena a esta situación. Hace
poco se realizó una audiencia extraordinaria para, nuevamente confirmar o elegir
a los candidatos y personas que colaborarán en las elecciones de directiva
(recordemos que esto se había hecho en Noviembre 2012). Esta situación se dio porque hubo funcionarios
de la DOC indicaron que no tenía valor el listado presentado en Diciembre y
además debido a que algunos de los candidatos y miembros de la comisión
electoral manifestaron su renuncia a estos nombramientos.
Pueden ver el video de esta
última asamblea donde quedó de manifiesto el poco interés de participar como
candidato de los socios: la realidad es que nadie se presta para este tipo de labores
(salvas excepciones) y quienes lo hacen manifiestan que solo “prestan su nombre”
para que no se pierda la junta vecinal. Hablamos de personas que son ciudadanos
comunes que viven de su trabajo, de clase media y sin militancia política.
La última ley referida a la participación
ciudadana en la gestión pública (ley Nº20.500) no vino más que a mantener esta
situación en vez de cambiarla, peor aún redujo el número de candidatos y del
directorio ya que es conocedora de nuestra idiosincrasia. Hemos dicho con
antelación que se requiere reformar esta situación ya que si el país tiene
barrios ordenados, tendrá ciudades, comunas regiones y un estado ordenado. No
cualquiera puede ser directivo, se amerita subir los requisitos en esta materia
y, en el fondo, cambiar la actual política partidista por el gobierno de los
mejores u aristocracia (no las actuales demagogia u oligarquía que vivimos). Es
difícil que un cambio de esta naturaleza y magnitud se concrete en corto tiempo
ya que el propio legislador tiene origen en un sistema partidista de cúpulas de
poder sin tomar en cuenta la generalidad de las realidades.
Se imagina Ud. que
aquellos ciudadanos (sin importar si son o no afiliados a un partido político)
más trabajadores, honrados, con impecable currículum fueran los que llevaran
los destinos de la comunidad. Hicieran carrera a partir de las juntas vecinales
o unidades barriales de administración (UBA), profesionales jóvenes y que se
les remunerara con cargo al erario fiscal. Desaparecerían así los partidos
políticos y surgiría una administración pública con carrera funcionaria de
personas que realmente habitan en sus comunidades, las conocen y tienen apego a
sus raíces, no como lo que sucede ahora que son los partidos políticos quienes
imponen un candidato a la ciudadanía, que generalmente no vive donde se
postula, está un tiempo gana un montón y después se va y jamás vuelve a esa
comunidad.
Esta en que el
legislador se proponga junto con la ciudadanía mejorar el sistema de administración
pública, que de rebote mejoraría los sistemas de justicia y legislativo del
país, poderes del Estado acuñados hace tiempo y que requieren reformularse para
estar acorde a las nuevas tecnologías, comunidades y situaciones geográficas
(globalización). Todo esto se puede lograr siempre y cuando valores o axiomas
como identidad de género, respeto a valores cristianos y seguir los postulados científico-naturales
imperen dando el marco moral a este nuevo Estado ahora administrado por los
ciudadanos comunes y corrientes y no politicastros como se ha hecho una mala
costumbre el último siglo.
Por esto es bueno que
el joven o adulto se interiorice de dónde vive, desee mejorar sus realidades y
conozca cómo se maneja su comuna, sus autoridades (que sabemos no son las más
idóneas) y piense que todo puede mejorar para e bien común.
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